El 2 de diciembre de 1856 se firmó en Baiona el Tratado de Límites entre España y Francia por el que se acordó la demarcación de la frontera internacional con mojones y señales convenientemente colocados y que pudieran reconocerse fácilmente.

A pesar de las severas normativas, se establecieron unos fuertes lazos de unión entre los habitantes de ambos lados del Pirineo. En todo este entorno de buena relación comercial y social, donde la hostilidad del medio acentuaba más la amistad, arraigó con fuerza un fenómeno ya existente que se mantuvo hasta finales del pasado siglo XX: el contrabando.

En este documental se ha tratado de recoger las historias reales y los testimonios de algunos de los contrabandistas del Pirineo navarro que de jóvenes se aventuraron a practicar un comercio ilícito en un tiempo en que la necesidad estaba por encima de la ley.